사용자토론:Changa2411

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Ojalá recordarte como amante

Cuando el sexo no sabe de identidades sino de experiencias


¿Recordarían el nombre de todos sus amantes? ¿Qué hace que recordemos a unos y a otros los olvidemos? Parece que repetir; caprichosa memoria, la nuestra.

A los 20 años tuve una aventura con alguien de quien estaba locamente enamorada. De esos que empiezan a gustarte a los 15 y ya no consigues quitártelos de la cabeza. Me parecía el hombre más guapo, más listo, más elegante y más de todo del mundo. Ningún otro era tanto como él. Hasta el punto de que después de la única noche en la que tuvimos sexo, me pasé años pensando que había sido magnífica por el simple hecho de haberla pasado con él. La experiencia en sí fue de lo más mediocre y, por supuesto, la he eliminado de mi memoria. No pasó nada reseñable. No me sentí especialmente querida. No me dieron ni la mitad de lo que me hubiera gustado recibir, ni me dejaron proporcionar todo cuanto estaba dispuesta. Fue absolutamente insignificante. De este amante recuerdo el nombre, los apellidos y hasta la dirección de su casa de entonces. Y eso que hace más de diez años que no tengo ni una sola noticia de él. Del polvo no recuerdo absolutamente nada. Lo eliminé.

Nuestra memoria es terriblemente caprichosa. Recordamos examantes de los que dudamos con su nombre, pero que nos grabaron a fuego su presencia en nuestras vidas. Unas veces ocurre porque la actuación estelar (de ambos) hizo que la experiencia fuera gloriosa. Si además recurrimos a esa imagen en nuestro propio beneficio, es decir, si nos masturbamos recordando aquella experiencia, es más fácil que idealicemos el acto en sí y hasta a la persona. Le damos relevancia. Lo convertimos en habitual. Lo ponderamos y perpetuamos. Somos muy capaces de convertirlo en mejor amante de lo que fue y en darle una importancia supina. De algún modo, fabricamos su memoria. Lo recordamos. Y esto es así tanto para hombres como para mujeres: Durante años pensamos que morfológicamente el cerebro masculino era diferente del femenino. Como si los recovecos de uno determinasen su tendencia a ser de Venus mientras que los pliegues de la otra demostraban que es de Marte. Pues no. Según PNAS (Proceding of the National Academy of Sciences of the United States of America), las diferencias entre masculino o femenino no determinan la forma del cerebro. El cerebro no es diferente seamos hombres o mujeres. Los machos no tienen el cerebro con una forma determinada diferente del cerebro de las hembras. No es que los hombres recuerden más o menos a sus amantes por el hecho de ser hombres. Tampoco las mujeres tienen esa capacidad por ser hembras. En ambos casos, para que podamos recordar a cualquier nuevo amante, será mejor que repitamos como pareja. Necesitamos darle importancia en nuestra larga lista de aventuras para que, con el paso de los años, sigamos acordándonos de aquel con el que hicimos aquello.

Recuerdo al primero que comió entre mis piernas. Al primero y a la primera. Recuerdo al que me folló en un templo en la India y a la que me enseñó a usar un dildo para dos. Reconozco hasta por el mote al que usó los dedos al tiempo que me practicaba sexo oral y tuvo la habilidad de no penetrarme si no de dibujar los bordes de un transportador con la yema de sus extremos. Recuerdo al que me dijo que Letizia Ortiz, mi compañera de la facultad, iba a ser reina. Uno esto a una reflexión sexual (discúlpeme, Majestad) porque me enteré mientras se la chupaba al que me lo contó, lo cual no quiere decir que me lo contara a cambio de estar de rodillas entre sus piernas. Las anécdotas de nuestra vida sexual escriben nuestra biografía. Pero también muestran a qué le damos importancia y a qué no.

No es fácil recordar el nombre de todas las personas con las que has tenido un lío, pero será difícil olvidar a los que nos lo dieron durante un tiempo. Esa presencia constante en nuestras vidas (alterándonos en mayor o menor medida) hará que una relación fortuita pueda considerarse mínimamente relevante. Pero, ¿qué ocurre cuando es al contrario? ¿Sabemos ser la examante de la que no se acuerdan? No sería la primera vez que en mitad de unas fiestas nos encontremos con alguien que, entre el paso de los años, los cambios adscritos y el fragor de la batalla propia de un San Isidro, no nos haya reconocido. Si el ínclito o la ínclita en cuestión consiguió su título por la follada que vivimos, seamos honestas, el calibre de la punzada que sientas al sentirte ignorada determinará tu respuesta. Encajar el golpe de la indiferencia ajena es un arte. El amor romántico nos promulgó esta necesidad de pasar a la historia de los demás como si eso nos fuera a dar alguna relevancia. Me gusta creer que hay quien me recuerda, pero me divierte aún más si consigo provocarles la inmensa sorpresa de cruzarse de nuevo conmigo cuando menos se lo esperan. Puedes llamarte como te dé la gana, si me acuerdo de todo cuanto ocurrió, has ganado.

Y nunca se sabe cómo puede ser este reencuentro.

I wish to remember you as a lover

When sex does not know about identities but about experiences


Would they remember the names of all their lovers? What makes us remember each other and forget them? It seems to repeat; capricious memory, ours.

At age 20 I had an affair with someone I was madly in love with. Of those who start to like you at 15 and you can not get them out of your head anymore. He seemed to me the most handsome, smartest, most elegant man and most of all in the world. No other was as much as he was. To the point that after the only night we had sex, I spent years thinking that it had been great just for having spent it with him. The experience itself was the most mediocre and, of course, I have removed it from my memory. Nothing remarkable happened. I did not feel especially wanted. They did not give me half of what I would have liked to receive, nor did they let me provide everything I was willing to. It was absolutely insignificant. From this lover I remember the name, the surnames and even the address of his house at the time. And that for more than ten years I have not a single news of him. I do not remember anything from the dust. I deleted it.

Our memory is terribly capricious. We remember those of us who doubt their name, but who burned their presence in our lives. Sometimes it happens because the stellar performance (of both) made the experience glorious. If we also resort to that image in our own benefit, that is, if we masturbate remembering that experience, it is easier for us to idealize the act itself and even the person. We give relevance We make it habitual. We ponder and perpetuate it. We are very capable of turning him into a better lover than he was and giving him supine importance. In a way, we make your memory. We remember it. And this is true for both men and women: For years we thought that morphologically the male brain was different from the female. As if the recesses of one determined their tendency to be Venus while the folds of the other showed that it is from Mars. Well, no. According to PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America), differences between male and female do not determine the shape of the brain. The brain is not different we are men or women. The males do not have the brain with a certain form different from the brain of the females. It is not that men remember their lovers more or less because they are men. Nor do women have that capacity because they are females. In both cases, so that we can remember any new lover, we'd better repeat as a couple. We need to give importance to our long list of adventures so that, over the years, we keep remembering the one with whom we did that.

I remember the first one who ate between my legs. The first and the first. I remember the one who fucked me in a temple in India and the one who taught me to use a dildo for two. I recognize even the nickname of the one who used the fingers while practicing oral sex and had the ability not to penetrate me but to draw the edges of a protractor with the tips of their ends. I remember the one who told me that Letizia Ortiz, my classmate, was going to be a queen. One this to a sexual reflection (excuse me, Majesty) because I found out while I sucked it to the one who told me, which does not mean that he told me in exchange for kneeling between his legs. The anecdotes of our sexual life write our biography. But they also show what we give importance to and what not.

It is not easy to remember the name of all the people with whom you have had a mess, but it will be difficult to forget those who gave it to us for a while. That constant presence in our lives (altering us to a greater or lesser extent) will make a fortuitous relationship considered minimally relevant. But what happens when it's the other way around? Do we know how to be the ex-worker of whom they do not remember? It would not be the first time that in the middle of a party we meet someone who, between the passage of time, the changes assigned and the heat of the battle proper of a San Isidro, has not recognized us. If the illiterate or illiterate in question got his title for the fuck we live, let's be honest, the size of the sting that you feel when you feel ignored will determine your answer. Fitting the blow of the indifference of others is an art. Romantic love promulgated this need to move on to the history of others as if that would give us some relevance. I like to believe that there are people who remind me, but it makes me even more fun if I can provoke the immense surprise of meeting them again when they least expect it. You can call as you please, if I remember everything that happened, you won.

And you never know how this reunion can be.

Je souhaite me souvenir de toi en amoureux

Quand le sexe ne connaît pas les identités mais les expériences


Se souviendraient-ils des noms de tous leurs amants? Qu'est-ce qui nous fait nous souvenir et les oublier? Il semble répéter; mémoire capricieuse, la nôtre.

À l'âge de 20 ans, j'ai eu une liaison avec quelqu'un dont j'étais follement amoureux. De ceux qui commencent à vous aimer à 15 ans et vous ne pouvez plus les sortir de votre tête. Il me semblait l'homme le plus beau, le plus intelligent et le plus élégant du monde. Aucun autre n'était autant que lui. Au point qu'après la seule nuit où nous avions eu des relations sexuelles, j'ai passé des années à penser que ça avait été génial juste pour l'avoir passé avec lui. L'expérience elle-même était la plus médiocre et, bien sûr, je l'ai enlevé de ma mémoire. Rien de remarquable n'est arrivé. Je ne me sentais pas particulièrement désiré. Ils ne m'ont pas donné la moitié de ce que j'aurais aimé recevoir, et ils ne m'ont pas non plus donné tout ce que je voulais. C'était absolument insignifiant. De cet amant, je me souviens du nom, des noms et même de l'adresse de sa maison à l'époque. Et cela pendant plus de dix ans, je n'ai pas une seule nouvelle de lui. Je ne me souviens de rien de la poussière. Je l'ai éliminé.

Notre mémoire est terriblement capricieuse. Nous nous souvenons de ceux d'entre nous qui doutent de leur nom, mais qui ont brûlé leur présence dans nos vies. Parfois, cela arrive parce que la performance stellaire (des deux) a rendu l'expérience glorieuse. Si nous recourons aussi à cette image dans notre propre intérêt, c'est-à-dire si nous nous masturbons en nous souvenant de cette expérience, il nous est plus facile d'idéaliser l'acte même et même la personne. Nous donnons de la pertinence Nous le rendons habituel. Nous réfléchissons et perpétuons cela. Nous sommes très capables de le transformer en meilleur amant qu'il ne l'était et de lui donner une importance en supination. D'une certaine manière, nous faisons votre mémoire. Nous nous en souvenons. Et ceci est vrai aussi bien pour les hommes que pour les femmes: pendant des années, nous avons pensé que le cerveau masculin était morphologiquement différent de la femelle. Comme si les replis de l'un déterminaient leur tendance à être Vénus alors que les replis de l'autre montraient qu'il venait de Mars. Eh bien, non. Selon PNAS (Actes de l'Académie nationale des sciences des États-Unis d'Amérique), les différences entre les hommes et les femmes ne déterminent pas la forme du cerveau. Le cerveau n'est pas différent, nous sommes des hommes ou des femmes. Les mâles n'ont pas le cerveau avec une certaine forme différente du cerveau des femelles. Ce n'est pas que les hommes se souviennent plus ou moins de leurs amants parce qu'ils sont des hommes. Les femmes n'ont pas non plus cette capacité parce qu'elles sont des femmes. Dans les deux cas, pour que nous puissions nous souvenir de tout nouvel amant, nous ferions mieux de le répéter en couple. Nous devons donner de l'importance à notre longue liste d'aventures afin que, au fil des ans, nous n'oublions pas celui avec qui nous l'avons fait.

Je me souviens du premier qui a mangé entre mes jambes. Le premier et le premier. Je me souviens de celui qui m'a baisé dans un temple en Inde et celui qui m'a appris à utiliser un gode pour deux. Je reconnais même le surnom de celui qui utilisait les doigts en pratiquant la fellation et avait la capacité de ne pas me pénétrer mais de tracer les bords d'un rapporteur avec le bout de leurs extrémités. Je me souviens de celui qui m'a dit que Letizia Ortiz, mon camarade de classe, allait être une reine. Un ceci à une réflexion sexuelle (excusez-moi, Majesté) parce que j'ai découvert pendant que je l'ai sucé à celui qui m'a dit, qui ne signifie pas qu'il m'a dit en échange de l'agenouillement entre ses jambes. Les anecdotes de notre vie sexuelle écrivent notre biographie. Mais ils montrent aussi ce à quoi nous donnons de l'importance et ce qui ne l'est pas.

Il n'est pas facile de se souvenir du nom de toutes les personnes avec qui vous avez eu un désordre, mais il sera difficile d'oublier ceux qui nous l'ont donné pendant un moment. Cette présence constante dans nos vies (nous modifiant plus ou moins) rendra une relation fortuite considérée comme peu pertinente. Mais que se passe-t-il quand c'est l'inverse? Savons-nous comment être l'ex-ouvrier dont ils ne se souviennent pas? Ce ne serait pas la première fois qu'au milieu d'une fête nous rencontrons quelqu'un qui, entre le temps qui passe, les changements assignés et la chaleur de la bataille proprement dite d'un San Isidro, ne nous a pas reconnus. Si l'analphabète ou l'illettré en question a obtenu son titre pour la baise que nous vivons, soyons honnêtes, la taille de l'aiguillon que vous ressentez lorsque vous vous sentez ignoré déterminera votre réponse. Le coup de l'indifférence des autres est un art. L'amour romantique a promulgué ce besoin de passer à l'histoire des autres, comme si cela nous donnait une certaine pertinence. J'aime croire qu'il y a des gens qui me le rappellent, mais cela me rend encore plus amusant si je peux provoquer l'immense surprise de les rencontrer à nouveau quand ils s'y attendent le moins. Vous pouvez appeler à votre guise, si je me souviens de tout ce qui s'est passé, vous avez gagné.

Et vous ne savez jamais comment cette réunion peut être.

Au CAC 40, la culture enfin reconnaissante l arrive assez rarement qu’on pleure de rire en lisant. De temps en temps, oui, avec Alexandre Vialatte ou P. G. Wodehouse. Mais enfin, ce n’est pas une grâce quotidienne. Que cela se produise avec des communications de lieux culturels l’est encore moins — d’ailleurs, il est probable qu’elles bénéficient assez rarement d’une lecture exhaustive. Il est vrai qu’il y faut une certaine dose de persévérance, ou de mauvais esprit. Et pourtant, c’est un vrai plaisir tordu. On a lu ainsi avec une attention soutenue la brochure du programme 18/19 du Théâtre National de la Danse — Chaillot, sis dans les salles qui furent celles jadis du Théâtre National Populaire, et un communiqué du Centre Pompidou. Ils nous ont offert de grands moments.

" "Didier Deschamps, Directeur Général (avec majestueuses majuscules dans le texte) de Chaillot, nous informe ainsi de sa préoccupation pour le « destin » des « populations condamnées à vivre dans la rue, les migrants, les “plus que pauvres” » — les simples pauvres sont à l’évidence moins émotionnants —, et nous convie en décembre à une « Veillée de l’humanité », expression quelque peu énigmatique, mais nimbée d’un séduisant archaïsme. Sans faiblir, il conclut par un vibrant « Que vivent la liberté, les droits humains et la création ! Ils appartiennent à tous, défendons-les, faisons-les vivre ! » On passera avec entrain sur le pléonasme (à moins que la liberté ne fasse plus partie des droits humains, ce qui nous aurait regrettablement échappé), et on attend avec intérêt comment on va pouvoir défendre et faire vivre les susdits, outre la mystérieuse « Veillée ». Apparemment, il suffira pour ce faire d’aller au théâtre. Et nous nous reconnaîtrons « Tous humains » (rires), le slogan de la saison.

C’est beau, l’engagement.

Comme est beau l’engagement pour le théâtre, l’art, la culture, l’avant-garde, la création, et sans aucun doute les droits humains, des dirigeants des entreprises du Manège, premier fonds de dotation soutenant un théâtre national : Alvarez et Marsal, spécialistes de la restructuration d’entreprises, Amundi, leader européen de la gestion d’actifs, Ayming, expert en la gestion des coûts (ce qu’on appelle aussi un cost killer), Groupama, Orange, SNCF Réseau, Tilder, agence de conseil en communication des entreprises du CAC 40… On ne peut qu’être persuadé que ces entreprises, souvent multinationales, partagent les valeurs du lieu qu’elles contribuent à financer. C’est une grande histoire d’estime et d’admiration réciproques que raconte cette « aventure » (rires), l’art institutionnel et l’entreprise saluant « la possibilité de développer des actions visant à rapprocher le milieu culturel et celui des entreprises ». Ce qui nous manquait à tous.

Évidemment, le rapprochement entre les déclarations sentimentales de l’édito et la présence de grands mécènes, comme on les appelle, est un joli témoignage de la vertueuse hypocrisie d’un bon nombre d’artistes et apparentés. Une louche de bons sentiments vagues et approuvés par les autorités de tutelle (indignons-nous en suivant les flèches, qui, merveille, n’indiquent pas la question sociale), une rasade d’écologie (Chaillot met à disposition de ses équipes une gourde écolo-responsable pour dissuader de se servir de bouteilles en plastique, que celui qui ne s’en sert pas se sente dûment coupable des dégâts environnementaux), et un accueil enthousiaste des grandes entreprises, « chaleureusement remerciées ». Où est le problème ? La Culture vous dissout toutes les contradictions dans un grand bain d’amour pour la Création au pur service de l’Humanité : tous ensemble, CAC 40 et citoyens, pour libérer, protéger et unir…

" "Le Centre Pompidou, aiguillonné par ce bel exemple de dépassement des contradictions et d’élan vers la reconnaissance des beautés altruistes du capitalisme, entend ne pas être en reste, et a lancé en mars Centre Pompidou Accélérations, un fonds de dotation qui réunit Tilder, Axa, Orange, etc., pour « favoriser le vivre ensemble par l’émotion et la réflexion » (rires), selon le président du centre, Serge Lasvignes. Comme « les formes traditionnelles de mécénat artistique ont plutôt tendance à s’essouffler, les entreprises se tournant davantage vers le développement durable et l’action sociale » (rires), est inventée une forme toute nouvelle : qui se manifestera par « un thème choisi par le fonds », « une exposition thématique enrichie par les œuvres produites dans les entreprises », et « un sommet sur le pouvoir des émotions ». Pour un sommet, c’est un sommet. Le public se met au service de la promotion idéologique des entreprises privées avec une bonne volonté touchante, accompagnant ces « acteurs économiques majeurs dans les problèmes d’innovation auxquels ils sont confrontés » (rires), et « répondant à leur attente d’être au plus proche de la création » (plus de souffle pour rire). Il faut reconnaître au Centre Pompidou un mérite, celui de la franchise. Il revendique haut et fort ce qu’avant-hier on aurait appelé servilité. Il ne s’agit plus de domestication de l’art, mais de domestication tout court, toute frémissante d’… émotion.

Le bruit court qu’il y aura bientôt un nouveau ministre de la culture, et que ce serait Jean-Marc Dumontet : propriétaire de six théâtres privés parisiens (dont un avec Laurent Ruquier), producteur d’humoristes irrésistibles comme Nicolas Canteloup, et contributeur au financement de la campagne présidentielle d’Emmanuel Macron. Il est plus que probable qu’il est intensément mû par le désir de développer le vivre ensemble et de défendre avec émotion les droits humains. What else ?

En CAC 40, la cultura finalmente agradecida Sucede que rara vez lloramos mientras leemos. De vez en cuando, sí, con Alexandre Vialatte o P. G. Wodehouse. Pero finalmente, no es una gracia diaria. Que esto suceda con las comunicaciones de los lugares culturales es aún menor; además, es probable que rara vez se beneficien de una lectura exhaustiva. Es cierto que debe haber una cierta cantidad de perseverancia o espíritu malo. Y sin embargo, es un verdadero placer retorcido. Hemos leído con gran atención el folleto del programa 18/19 del Teatro Nacional de Danza - Chaillot, ubicado en las salas que alguna vez fueron el Teatro Nacional Popular, y un comunicado del Centro Pompidou. Nos dieron grandes momentos.

"Didier Deschamps, Director General (con majestuosas mayúsculas en el texto) de Chaillot, nos informa de su preocupación por el" destino "de" personas condenadas a vivir en la calle, migrantes ", más que pobres" "- los pobres simples son obviamente menos emocionales y nos invitan en diciembre a una "vigilia de la humanidad", una expresión algo enigmática, pero impregnada de un arcaísmo seductor. Sin debilitarse, concluye con un vibrante "¡Qué libertad, derechos humanos y creación viven! ¡Ellos pertenecen a todos, defiéndenlos, déjenlos vivir! Pasaremos con entusiasmo por el pleonasmo (a menos que la libertad ya no sea parte de los derechos humanos, que lamentablemente hemos echado de menos), y esperamos con interés cómo podremos defender y sustentar lo anterior, además del misterioso " Vigilia. Aparentemente, será suficiente ir al teatro. Y reconoceremos "Todos los humanos" (risas), el lema de la temporada.

Es hermoso, compromiso.

Qué hermoso es el compromiso con el teatro, el arte, la cultura, la vanguardia, la creación y, sin duda, los derechos humanos, los líderes de las empresas de Manège, el primer fondo de dotación que apoya un teatro nacional: Alvarez y Marsal, especialistas en reestructuración corporativa, Amundi, líder europeo en gestión de activos, Ayming, experto en gestión de costes (también llamado asesor de costes), Groupama, Orange, SNCF Réseau, Tilder, una agencia de consultoría de comunicaciones para las compañías de CAC 40 ... Uno solo puede estar convencido de que estas empresas, a menudo multinacionales, comparten los valores del lugar al que contribuyen para financiar. Es una gran historia de estima y admiración recíproca que cuenta esta "aventura" (risas), el arte institucional y la compañía que aclama "la posibilidad de desarrollar acciones dirigidas a acercar el mundo cultural y empresarial. ". Lo que nos perdimos en absoluto.

Obviamente, el acercamiento entre las declaraciones sentimentales del editorial y la presencia de grandes mecenas, como se les llama, es un bonito testimonio de la hipocresía virtuosa de un buen número de artistas y parientes. Un cucharón de buenos sentimientos vagos y aprobados por las autoridades de tutela (nos indignan siguiendo las flechas, que, maravillosamente, no indican la cuestión social), un barrido de ecología (Chaillot pone a disposición de sus equipos una calabaza eco-responsable para disuadir el uso de botellas de plástico, el que no lo usa se siente culpable de daño ambiental), y una entusiasta bienvenida de grandes compañías, "cálidamente agradecido". Donde esta el problema ? La cultura disuelve todas las contradicciones en un gran baño de amor por la Creación al servicio puro de la Humanidad: todos juntos, CAC 40 y ciudadanos, para liberar, proteger y unir ...

"" El Centro Pompidou, estimulado por este ejemplo de la superación de las contradicciones y el impulso hacia el reconocimiento de bellezas altruistas del capitalismo, no tiene intención de quedarse fuera, y lanzado en marzo de aceleración Centro Pompidou, una dotación que trae Tilder, Axa, naranja, etc., a "promover la convivencia con la emoción y la reflexión" (risas), ya que el presidente del centro, Serge Lasvignes. Como "las formas tradicionales de mecenazgo artístico tienden a perder fuerza, las empresas están recurriendo más hacia el desarrollo sostenible y la acción social" (risas), ha inventado una nueva forma: Para ser demostrada por "un tema el fondo "" una exposición temática enriquecida por las obras producidas en las empresas 'y' una cumbre sobre el poder de las emociones. " Para una cumbre, es una cumbre. El público se pone al servicio de la promoción ideológica de las empresas privadas con buen tacto de acompañar a estos "principales actores económicos de los retos de innovación que se enfrentan" (risas), y "respondiendo a la espera de ser su más cerca de la creación "(más aliento para reír). Hay que reconocer el mérito en el Centro Pompidou, el deducible. Reclama en voz alta lo que anteayer habríamos llamado servilismo. Ya no es una cuestión de domesticación del arte, sino de domesticación como un todo, temblando de emoción.

Se rumorea que pronto habrá un nuevo Ministro de Cultura, y que sería Jean-Marc Dumontet: propietario de seis teatros privados en París (incluido uno con Laurent Ruquier), productor de comediantes irresistibles como Nicolas Canteloup, y colaborador la financiación de la campaña presidencial de Emmanuel Macron. Es más que probable que esté intensamente impulsado por el deseo de desarrollar la convivencia y defender los derechos humanos con emoción. ¿Qué más?


At CAC 40, the culture finally grateful It happens that we rarely cry laughing while reading. From time to time, yes, with Alexandre Vialatte or P. G. Wodehouse. But finally, it is not a daily grace. That this happens with communications of cultural places is even less so - moreover, it is likely that they will rarely benefit from an exhaustive reading. It is true that there must be a certain amount of perseverance, or bad spirit. And yet, it's a real twisted pleasure. We have read with great attention the program brochure 18/19 of the National Theater of Dance - Chaillot, located in the rooms that were once the National Popular Theater, and a statement from the Pompidou Center. They gave us great moments.

"" Didier Deschamps, Director General (with majestic capital letters in the text) of Chaillot, informs us of his concern for the "destiny" of "people condemned to live on the street, migrants," more than poor "" - the simple poor are obviously less emotional - and invite us in December to a "vigil of humanity", a somewhat enigmatic expression, but suffused with seductive archaism. Without weakening, he concludes with a vibrant "What freedom, human rights and creation live! They belong to all, defend them, let them live! We will pass with enthusiasm over pleonasm (unless freedom is no longer part of human rights, which we regretfully missed), and we look forward to how we will be able to defend and sustain the above, in addition to the mysterious " Vigil. Apparently, it will be enough to go to the theater. And we will recognize "All humans" (laughs), the slogan of the season.

It's beautiful, commitment.

How beautiful is the commitment to theater, art, culture, avant-garde, creation, and without a doubt human rights, leaders of the Manège enterprises, the first endowment fund supporting a national theater: Alvarez and Marsal, specialists in corporate restructuring, Amundi, European leader in asset management, Ayming, expert in cost management (also called a cost killer), Groupama, Orange, SNCF Réseau, Tilder, a communications consulting agency for CAC 40 companies ... One can only be convinced that these companies, often multinational, share the values ​​of the place they contribute to finance. It is a great story of reciprocal esteem and admiration that tells this "adventure" (laughs), the institutional art and the company hailing "the possibility of developing actions aimed at bringing the cultural and business world closer together. ". What we missed at all.

Obviously, the rapprochement between the sentimental declarations of the editorial and the presence of great patrons, as they are called, is a pretty testimony of the virtuous hypocrisy of a good number of artists and relatives. A ladle of good feelings vague and approved by the authorities of guardianship (indign us following the arrows, which, wonderfully, do not indicate the social question), a sweep of ecology (Chaillot puts at the disposal of his teams a gourd eco-responsible to dissuade to use plastic bottles, the one who does not use it feels guilty of environmental damage), and an enthusiastic welcome from large companies, "warmly thanked". Where is the problem ? Culture dissolves all the contradictions in a big bath of love for the Creation to the pure service of the Humanity: all together, CAC 40 and citizens, to release, to protect and to unite ...

"The Center Pompidou, spurred by this fine example of overcoming contradictions and momentum towards the recognition of the altruistic beauties of capitalism, intends not to be outdone, and launched in March Center Pompidou Accelerations, an endowment fund that brings together Tilder, Axa, Orange, etc., to "promote living together through emotion and reflection" (laughs), according to the president of the center, Serge Lasvignes. As "the traditional forms of artistic patronage tend to run out of steam, companies are turning more towards sustainable development and social action" (laughs), is invented a brand new form: which will manifest itself as "a chosen theme by the fund "," a thematic exhibition enriched by works produced in companies ", and" a summit on the power of emotions ". For a summit, it's a summit. The public places itself at the service of the ideological promotion of private companies with a touching good will, accompanying these "major economic actors in the innovation problems they face" (laughs), and "meeting their expectations of being at the closer to creation "(more breath to laugh). We must recognize at the Pompidou Center a merit, that of the franchise. He claims loudly what the day before yesterday we would have called servility. It is no longer a matter of domestication of art, but of domestication as a whole, all quivering with emotion.

Rumor has it that there will soon be a new Minister of Culture, and that it would be Jean-Marc Dumontet: owner of six private theaters in Paris (including one with Laurent Ruquier), producer of irresistible comedians like Nicolas Canteloup, and contributor the financing of Emmanuel Macron's presidential campaign. It is more than likely that he is intensely driven by the desire to develop living together and to defend human rights with emotion. What else?